Quizá por las características que comparten ambos trastornos (que a menudo se confunden) o por la frecuente comorbilidad entre ambos, esta unidad clínica al estar enfocada en TDAH, acoge frecuentemente con características TEA.
Evaluamos y tratamos a personas con sintomatología leve dentro del espectro, también llamado Asperger.
Es un segmento que habitualmente pasa desapercibido en las aulas y en las consultas no especializadas. No presenta sintomatología obvia, y han aprendido a enmascarar o a compensar de cualquier forma el TEA aumentando su sufrimiento pasado y presente.
Muchos de nuestros pacientes o sus familiares, si bien llevan vidas consideradas por sí mismos o su entorno como totalmente buenas o funcionales, conviven con el desgaste o malestar de no comprenderse a sí mismos o no ser comprendidos adecuadamente en alguno o todos los contextos en los que se desenvuelven.
Las diferencias entre un cerebro con o sin un trastorno del neurodesarrollo en algo tan relevante como la forma de percibir el mundo que nos rodea, puede convertirse en grandes obstáculos para la salud mental y la felicidad.