¿P0r qu3 rzaón pdeues l33r etse txeto? - La dislexia y el desarrollo de la adquisición de la lectura
Para entender cuáles son las dificultades de una persona con dislexia cuando lee, primero tenemos que entender cómo es el desarrollo normal de la lectura.
¿La lectura es una capacidad innata?
La lectura se considera un
acto no natural, a diferencia del lenguaje oral que está biológicamente determinado. Es decir, el dominio del sistema psicolingüístico al completo implica unas habilidades aprendidas, pero no enseñadas (el lenguaje oral) y unas habilidades aprendidas y enseñadas (el lenguaje escrito). Así, la adquisición de la habilidad lectora es un hito en el desarrollo del niño que siempre ha de enseñarse, y que contribuye al desarrollo cognitivo y, de hecho, cambia el funcionamiento cerebral.
¿Cómo se desarrolla el proceso lector?
En la etapa preescolar, se ha evidenciado que cuantos más conocimientos lingüísticos tengan los niños, mejor será su adquisición de la lectura más adelante. Por lo que es fundamental reforzar en esta etapa las bases del lenguaje oral antes de comenzar a enseñar el lenguaje escrito. Partiendo de esta base, en relación a la adquisición de la lectura hablaríamos de 4 momentos importantes:
- La etapa logográfica (3-5 años): El niño es capaz de identificar palabras escritas sólo por su apariencia visual, sin haber aprendido aún el código alfabético. En esta etapa no hablaríamos propiamente de lectura literal, hace una relación del logo con la palabra, es decir, accede a su significado reconociendo la palabra a nivel global (forma, color, tamaño), como si se tratara de un dibujo.
- Podríamos decir que la lectura empieza con la conciencia fonológica (desde los 3 a los 8 años): El niño adquiere la habilidad de manipular los sonidos que componen las palabras, lo cual tiene una gran importancia en el proceso de la alfabetización.
- La vía fonológica: la adquisición de esta ruta se relaciona con la correspondencia grafema-fonema. Es decir, cuando el niño ve una palabra, realiza una decodificación y asigna un determinado sonido a cada una de las letras que identifica. Esta ruta es la primera que usamos para leer, se relaciona con la activación del giro angular/supramarginal y demanda grandes niveles de atención, por lo que es un proceso lento y costoso.
- A medida que crecemos, y estamos expuestos a textos, varias veces a las mismas palabras, llega un momento en el que automatizamos esa lectura y esto nos permite activar la vía léxica (hacia los 8 años en niños con un buen aprendizaje lector). Esta vía permite que realicemos lecturas «en diagonal» y se relaciona con la adquisición de la ortografía. Cuando leemos mediante esta ruta, leemos la palabra de manera global sin necesidad de descomponerla. Esta automatización nos permite adquirir una buena competencia lectora, es decir, leer con poco esfuerzo con el objetivo de comprender lo que estamos leyendo. Se relaciona con la activación del giro fusifome (VWFA) y no requiere tanta atención como la vía anterior, por lo que es mucho más rápida y funcional.
Por tanto, un normolector adulto empleará principalmente para leer la vía léxica, utilizando la ruta fonológica para leer palabras desconocidas o palabras largas (palabras poco frecuentes o escritas en otro idioma). El título de este artículo, así como el texto que puedes ver debajo de este párrafo, no están formados por palabras, pero utilizando la vía léxica, realizando un análisis global, somos capaces de conseguir leerlos. Sin embargo, si utilizásemos la vía fonológica (decodificación letra-sonido) esto sería imposible.
¿Qué sucede en el cerebro disléxico?
La
dislexia es un trastorno de aprendizaje de origen neurobiológico que se caracteriza por una dificultad en automatizar la lectura. Puede existir una disfunción de la ruta fonológica, de la ruta léxica o de ambas rutas. En base a esto, algunos autores distinguen diferentes subtipos de dislexia.
La
dislexia fonológica se asocia a un mal procesamiento de la información en la ruta fonológica, por lo que los niños que la presentan suelen leer a través de la ruta léxica. Esto dificulta la lectura de palabras largas o poco comunes, en cambio, la lectura de palabras conocidas suele ser correcta.
Por otra parte, en el caso de la
dislexia superficial, la ruta más alterada sería la léxica, por lo que para leer utilizaríamos la ruta fonológica. Estos niños no suelen presentar importantes dificultades para la lectura, pero la dificultad aparece cuando las palabras no se corresponden con la pronunciación.
Sin embargo, en nuestro idioma, debido a las características intrínsecas de éste, es difícil diferenciar entre ambos subtipos y, probablemente, no existan casos puros. Hablaríamos, por tanto, de la
dislexia profunda o mixta, cuyas dificultades se encuentran a nivel de los dos tipos de procesamiento de la lectura. Implica una disfunción de ambas rutas, tanto de la vía léxica como de la vía fonológica, lo que provoca que se comentan errores semánticos y errores visuales y derivativos a la hora de leer, presentando dificultades para acceder al significado.
Sara Pérez López
